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jueves, 23 de febrero de 2012

Zaballos defenderá a Carmen Lomana

Publicado: 22/02/2012
© Joana Morillas
Hacía tiempo que no sabíamos nada del asunto que enfrentó a Carmen Lomana con dos periodistas. Los hechos, que en su día dieron mucho que hablar, ocurrieron en el domicilio de la celebrity, donde acudieron los reporteros para ofrecerle retirar unas fotos en topless a cambio de 30.000 euros. Al menos así lo afirmó Carmen en su momento, además de añadir que obraba una cinta en su poder donde estaba registrada la conversación a tres. "Rubia sí, pero tonta no", comentaba la famosa cuando se le preguntó acerca de su ocurrencia de grabar la reunión.

Carmen está muy contenta desde que ha conocido por medio de su abogada, Emilia Zaballos, que se ha emitido auto de apertura de Juicio Oral contra los demandados. El Ministerio Fiscal solicita para los dos periodistas "la pena de dos años de prisión, con accesoria de inhabilitación para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de condena y costas".

Por si lo anterior no fuera suficiente, los demandados deberán depositar una fianza de 10.000 euros de forma conjunta. De momento, se desconoce el Juzgado de lo Penal donde se verá este espinoso asunto que enfrenta a periodistas y famosa.

Carmen Lomana irrumpió en la escena mediática casi por casualidad. Desde entonces, no ha dejado de acaparar titulares. Ella no se arredra ante nada. Lo mismo escribe un libro, que participa en un programa de televisión o asiste a actos públicos.

Aunque muchos la tachan de soberbia, Lomana es muy cariñosa en las distancias cortas. Es de las pocas que da las gracias a los periodistas cuando escriben algo de ella. Su relación con los medios es excelente. Nada que ver con otros famosos que, para que te atiendan, tienes que pedir audiencia.

jueves, 16 de febrero de 2012

“Más vale un delincuente en la calle que un inocente en la cárcel”

Colaboración con el Diario El Confidencial publicada el 9 de diciembre de 2012. Aníbal Malvar.

Rocío Wanninkhof, Sandra Palo, Marta del Castillo, Mari Luz… Son nombres que han pasado a la historia como víctimas, rodeadas de una expectación mediática y, muchos de ellos, de la indignación popular por todo lo que generó el juicio. Pero también hay otros casos que ocuparon la atención de los medios, se condenó a un inocente y, cuando pasado el tiempo se demostró el error, ya era tarde. Y lo que es peor, a la primera víctima se sumó una segunda a la que tampoco nadie pudo resarcir.  
El día que conocí a Lucas, hace ya unos cuantos años, me extrañó en él un contraste. Su voz era amable, profunda, casi sacerdotal, pero su musculatura era la de un gladiador. Sus biceps estaban a punto de reventar su camiseta blanca, y desde la cintura hasta los hombros su torso se elevaba dibujando una uve rotunda.
-Estás en forma -le dije.
-Antes yo no era así -me contestó con su voz sedada-. Estaba más normal. Pero cuando entré allí dentro y vi lo que había, me acojoné. Allí dentro, si no estás en forma
Comprendí. Llegamos a una plaza muy concurrida. Era verano, quizá las siete de la tarde, y en la ciudad del sur a la que me habían enviado a entrevistar a Lucas las terrazas de los bares estaban a tope.
-Si quieres nos sentamos y tomamos una cerveza mientras te entrevisto -le dije y aceptó.
Trajeron las cervezas y encendí la grabadora. Al cabo de un rato, la apagué. Lucas apenas prestaba atención a mis preguntas y contestaba con evasivas tan lacónicas que casi resultaban ofensivas.
-Si te resulta demasiado doloroso hablar de todo esto, lo dejamos -le ofrecí-. Tu abogado ya me ha contado casi lo fundamental...
-No, no. Perdona. Es que… ¿sabes? Es la primera vez que me tomo una cerveza en cinco años… Y la primera vez que puedo mirar…
No dijo a las mujeres, pero es adonde se le iba la vista. Lucas -nombre supuesto por petición de su abogado- acababa de salir de la cárcel pocos días antes tras cumplir cinco años de condena. Había sido acusado de violar y asesinar a un niño en unos lavabos cerca de la tienda que regentaba. Su mujer, aunque ya había rehecho su vida con otro hombre, nunca había dudado de la inocencia de Lucas, y finalmente consiguió pruebas suficientes para que la Justicia revocara una sentencia injusta y lo devolviera a la calle.
El juicio de Lucas había sido un gran circo mediático, por lo escabroso del asunto. Julio Fernández Arandilla era abogado de oficio cuando asumió la defensa de Lucas. “Es el caso más doloroso que he tenido. En este país, por las buenas, se piensa que cualquiera que sea llamado a presentarse ante un tribunal ya es culpable. Y el circo mediático contribuye a esta indefensión. Yo he asistido a verdaderas injusticias, a resoluciones judiciales descabelladas”.
Emilia Zaballos también tiene experiencia en juicios mediáticos. Defendió a uno de los menores condenados por el secuestro violación y asesinato de Sandra Palo en 2003 y, el 30 de octubre pasado, estaba en plató junto a Jordi González entrevistando para La Noria (Tele5) a la madre de Francisco Javier García Marín, alias El Cuco, condenado a dos años y once meses por encubrimiento del asesinato de Marta del Castillo.
Tras aquella emisión, los anunciantes retiraron su publicidad en La Noria, quizá el mayor varapalo asestado al hígado de la televisión basura en España. “El periodista, generalmente, hace bien su trabajo”, señala Zaballos. “Pero lo que más llama la atención al público no son los hechos referentes al juicio, ni las pruebas. Les interesa más cómo el acusado entra y sale de los juzgados, lo que la gente le grita, los comentarios de los vecinos sobre si era violento o huraño o no saludaba en el portal… El juicio paralelo se basa precisamente en estos hechos extrajudiciales. Esa información sensacionalista es la que siempre apunta al acusado como culpable. Aunque no se haya demostrado que lo es”.
EC.- ¿Puede afectar esta presión mediática y popular a los jueces?
EZ.- El porcentaje es mínimo. Pero también son personas y están en el centro del foco informativo. La presión mediática puede ser decisiva cuando no existen pruebas concluyentes ni en el sentido de la inocencia ni en el de la culpabilidad. Y ahí el perjudicado siempre es el acusado.
El exceso de confianza en la Justicia, cuando se ve uno envuelto en este tipo de juicios de gran repercusión social y mediática, puede resultar fatídico. Le ocurrió a Jaime (todos los nombres vuelven a ser falsos), defendido por Zaballos de una falsa acusación de abusos sexuales a una menor. Jaime había iniciado una relación con Lucía, madre de una niña, y empezaron a vivir juntos. Pero él desconocía que Lucía seguía manteniendo relaciones con su ex marido, maltrador convicto. Éste convenció a Lucía de que Jaime estaba abusando de la niña. “Ella se dejó convencer… Padecía esa especie de síndrome de Estocolmo que sufren algunas maltratadas… Y Jaime no se defendió en juicio. Era inocente y pensó que no lo necesitaba. Que la justicia funciona por sí sola. Fue condenado a nueve años de cárcel en base solo al testimonio de los padres y a unas pruebas periciales disparatadas”.
La familia se movilizó. Zaballos se hizo cargo de la defensa. Incluso la Iglesia llegó a elevar una petición para que se revisara la sentencia. Finalmente el Tribunal Supremo dictó una sentencia contundente desvelando la falsedad de todas las pruebas aportadas y la inocencia de Jaime.
“La presión mediática fue feroz. A mí me llamaban de todo por la calle… Pero imagina lo que significó para este hombre, para su familia, en su trabajo, en una ciudad pequeña… Se divulga la intimidad del acusado de manera totalmente manipulada… El daño es irreparable. Cuando el Supremo resolvió su inocencia, pedimos a los medios que recogiesen la noticia dándole el mismo trato que cuando lo acusaban. Que se retractaran. Apenas les interesó. Eso no vende”, recuerda Zaballos.
“El problema es de índole cultural”, puntualiza Julio Fernández Arandilla. “Cuando veo a toda esa gente que se agolpa a las puertas de los juzgados, que golpean los coches policiales, que insultan, que gritan, que desatan los más bajos sentimientos… Eso denota una enorme falta de cultura y no se debería permitir”.
Para Fernández Arandilla, el juicio contra Dolores Vázquez por el asesinato de Rocío Wanninkhof es paradigmático de cómo puede incidir la presión mediática en una decisión judicial. “No es por apuntarme ahora el tanto, pero en cuanto vi la sentencia contra Dolores Vázquez supe que se la iba a cargar el Supremo. Todo el juicio se basó en las inclinaciones sexuales de la acusada”.
Además, aquel fue el primer juicio con jurado popular celebrado en España. Y acabó en fiasco. Las preguntas del jurado a la acusada derivaban sistemáticamente hacia aspectos morbosos y tórridos, en absoluto relacionados con el caso, sin que ninguna voz autorizada de la sala pusiera freno a las pertinaces intromisiones malsanas en lo privado. Los periodistas tenían que pelearse con cientos de curiosos que abarrotaban la sala y las puertas de la audiencia. Todos ellos estaban dispuestos a ofrecer su opinión ante las cámaras… Hubo gente que pidió días sin sueldo en el trabajo para no perder detalle.
“Yo no soy partidario de los jurados populares, pero hay que acatarlo”, señala Arandilla. “La gente se cree que la justicia es lo que están pensando ellos. No distingue lo que sale en la prensa de lo que se refleja en el sumario. El jurado podría ser justo si ya en los colegios, desde que los niños son muy pequeños, se les dieran nociones de lo que es la Justicia”.
Zaballos está de acuerdo: “Por desgracia, en un porcentaje elevadísimo prevalece en el jurado la influencia de lo que se dice en los medios de comunicación sobre lo que se prueba o no se prueba en la sala”.
Y apostilla: “Los jueces y los abogados tenemos una frase muy buena: más vale un delincuente en la calle que un inocente en la cárcel. Porque el delincuente reincidirá, volverá, y acabará por ser condenado por las dos cosas. Pero nadie te puede resarcir de los años perdidos de libertad. El día que todos entendamos esto, estoy segura de que seremos más justos”.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Emilia Zaballos asistió al toque de campana en la Bolsa de Barcelona


10/02/2012 Más de un centenar de mujeres directivas y consejeras de distintas empresas han protagonizado hoy, por primera vez en la ciudad condal y de forma colectiva, el tradicional toque de campana de apertura de la sesión bursátil en el parqué de la Bolsa de Barcelona.

Este acto simbólico, que ya ha tenido lugar en las sedes bursátiles de Nueva York, Canadá, Sudáfrica, Madrid y Estambul, tiene como objetivo recordar el compromiso sobre la igualdad y la integración de la mujer en la empresa, especialmente en los altos cargos directivos. La organización Corporate Women Directors International (CWDI) y la European Women Management Development (EWMD) han organizado este evento como acto de apoyo al papel de las mujeres en los altos cargos directivos y consejos de administración.

Irene Natividad, presidenta de la CWDI, junto con Elizabeth Trallero, presidenta de la EWMD, han sido las encargadas de hacer sonar la campana del parqué barcelonés.

También han acudido al acto Maite Fandos, tinente de alcalde de Qualitat de vida, Igualtat i Esports de l'Ajuntament de Barcelona y consejeras de compañías como Núria Basi, CEO y consejera de Grupo Basi; Ana Maria Llopis, presidenta del Consejo de Administración de Dia (España) y directora del Comité de Dirección de Société Génerale (Francia); Núria Chinchilla, profesora de IESE y directora del International Center for Work and Family (ICWF); Conchita Gasso de Gaes, directora del Family Office y presidenta del Comité de Igualdad en la empresa; Marta Coll, directora general de Media Planning Group o Adriana Casademont, presidenta de Casademont, S.A., entre otras.

El presidente de la Bolsa de Barcelona, Joan Hortalà i Arau, les ha dado la bienvenida y ha destacado “la creciente incorporación de las mujeres no sólo en la gestión empresarial sino también en el análisis financiero y, en este sentido, pone de relieve que precisamente fue esta Bolsa la que acogió a la primera Agente de Cambio y Bolsa de España”.

Por su parte, Irene Natividad, presidenta de CWDI, ha resaltado la “escasa presencia de mujeres en los consejos de administración y los órganos de gobierno de las empresas, alrededor del 10%. Una proporción claramente mejorable en un entorno donde debe aumentar el impacto de las mujeres en la economía del país a través de sus diferentes funciones como ejecutivas de alta dirección, consejeras y empresarias”.

viernes, 10 de febrero de 2012

Emilia Zaballos colabora con “Lo Otro”

"Lo otro" es una asociación musical que rinde culto al antiguo piano del CAFÉ CENTRAL.
Emilia Zaballos, socia y colaboradora de esta gracias a su amigo Juan Alberto García de Cubas, impulsor de este proyecto quiere aportar su granito de arena al mundo de la música asistiendo a los conciertos que la asociación organiza.


EL PIANO DEL CENTRAL y la pasión por el jazz son los catalizadores de todo esto. Durante 20 años ese piano fue la herramienta de grandes músicos que pasaron por Madrid para hacer jazz; ahora se ha rescatado para la memoria de los aficionados y para rendirle su último homenaje, con un libro y con música. Revisar la memoria ha desatado presente y futuro: el interés por este proyecto en el colectivo de aficionados, crítica y músicos ha promovido SOLOS y PIANO HUB en un nuevo gran piano de concierto abierto a toda la música de calidad.

Este proyecto surge por iniciativa de Juan Alberto García de Cubas, si estas interesado en participar en el proyecto, tienes información relevante sobre el piano del Central, o quieres estar informado de las actividades del proyecto, puedes contactar a través del siguiente mail.

info@lootro.com


Más fotografías en nuestra sección MULTIMEDIA.

EMILIA ZABALLOS INTERCAMBIA IMPRESIONES CON ALVARO URIBE -Ex presidente de Colombia-



El pasado miércoles 8 de febrero Emilia Zaballos asisitió, como es habitual, a las conferencias del Club S. XXI. En esta ocasión tuvo el placer de saludar e intercambiar impresiones sobre liderazgo, el estado actual de España y Colombia y sobre diversos temas jurídicos con su ex-presidente, el cual era el conferenciante en esta ocasión, D. Alvaro Uribe.